Es bien sabido que la novedad depende más de la perspectiva, de la forma en que se concibe la visión, incluso por el subconsciente, que en la disposición misma de los elementos de la imagen, en lo objetivo, digamos. Sin embargo, hay elementos difíciles de concebir reunidos, que evoquen sensaciones distintas a las usuales. ¿Cómo ser original en estos casos?
Edificios en ruinas, aves en vuelo, la palidez misma de la atmósfera gracias al juego en blanco y negro, por ejemplo. Sí, el conjunto podría traer a la mente, fácilmente: soledad, silencio y encierro. Pero en la obra de María Tudela es posible, sin embargo, dar, tras un primer contacto y sin mayor esfuerzo, con bastante más, si bien a riesgo de atravesar y empantanarse en el lugar común. Esto, sin embargo, hace de la exploración más interesante.